¿Cuánto realmente conocemos de las personas, incluso de aquellas con las que convivimos con mayor frecuencia? ¿Cuánto de eso poco que conocemos lo miramos a partir de quienes nosotros somos? ¿Con cuánta ligereza y severidad juzgamos a los demás?

Mirar lo que le sucede a los demás a partir de quienes nosotros somos nos puede llevar a conclusiones no sólo erradas sino al juicio severo que aleja a las personas cuando externamos nuestra “humilde opinión” de lo que “nosotros hubiéramos hecho en su lugar” o de lo que “debería haber hecho”.

Desde nuestros contextos, historia de vida, experiencias y recursos (internos y externos) nos puede parecer que los demás deberían hacer o no hacer ciertas cosas, sin embargo nosotros no somos ellos, ni lo que les sucede nos está pasando, la experiencia de estar vivos es tan única que sólo podemos intentar una aproximación a su vivencia si tenemos la humildad de un acercamiento respetuoso, para con mucho cuidado descubrir quién es el otro y qué le está sucediendo.

Anteponer nuestra historia y creencias en el proceso de conocimiento y escucha de otra persona nos puede llevar a desestimar o demeritar su experiencia y pasar de largo sus emociones y necesidades, nos limita el encuentro.

Es fundamental realizar el ejercicio diario de escuchar con atención, compasión y empatía, para evitar endurecernos en nuestro pensamiento y encerrarnos en aquello que damos por sentado, requerimos la flexibilidad de mirar a los demás y lo que les sucede a través de ellos para nutrir las relaciones que tenemos y para no perder piso.

No es tarea fácil, porque siempre somos nosotros y estamos muy habituados pero podemos intentarlo, podemos preguntarnos desde qué lugar nos está diciendo las cosas, qué significan para él, escuchar activamente y no sólo para contestar como en un juego de tenis.

Podemos, al estar frente a frente, preguntarnos quién es ese otro y de dónde viene, y no para hacer un complicado análisis de su personalidad y conducta, sino para no olvidar que no eres tú y sobre todo, para aprender y disfrutar de su presencia.

 

Publicado en galuvi.com (julio 10, 2020)

Escrito por

Write A Comment

Pin It