Etiqueta

Slider

Browsing

Con cierta ingenuidad antes de tener hijos podría uno llegarse a preguntar ¿qué tan difícil puede ser alimentar a un pequeño ser humano? Y al ver la cantidad de información sobre lactancia materna puede uno pensar que el asunto es realmente sencillo, tanto como es que el bebé tiene hambre pues te lo pegas al pecho y a comer se ha dicho, sin embargo, las cosas en este tema no son tan simples sobre todo, cuando llegan los consejos, críticas y afrentas no solicitadas en torno a esta nueva etapa.

Vivimos en un mundo en el que ciertos temas son susceptibles de polarizarse y radicalizarse, y parece que en los temas relacionados a mamá-bebé hay una facilidad para ello impresionante, el caso de la crítica en el periodo de lactancia es uno de ellos.

Te invito a leer mi colaboración para MomMom en

https://www.mom-mom.org/ok-mom/ok-mom-soy-mom-rules/mama-en-proceso-de-lactancia-las-criticas-no-solicitadas/

Simba, en la película del El Rey León, no quiere esperar: quiere ser el rey ¡ya! Sin embargo, eso no es posible, porque en ese momento hay un rey en el trono y tendrá que esperar a que ese espacio esté disponible; será para él, pero hay que esperar el tiempo correcto.

Hay cosas que tardan en llegar: un amor, una promoción, la consolidación de un proyecto, un bebé, una noticia que cambie el rumbo de las cosas… Hay cosas que llevan tiempo y uno no siempre está dispuesto a esperar o se cansa de tanto esperar. Queremos que se cumplan nuestros deseos y nuestros sueños ¡ya!

Pero no todo gira en torno a nosotros y nuestros deseos, las flores abren cuando tienen que hacerlo, los bebés llegan incluso en los momentos más inesperados y hay cosas que no se realizarán por mucha voluntad, esfuerzo y deseo que tengamos.

Vivimos tan rápido que nos apura que las cosas sucedan de la forma que nos gustaría o que creemos que son mejores, en el momento que nos place, pero no, no todo depende de eso y es necesario aprender a esperar.

Es posible que nos resulte difícil practicar la espera porque deseamos resultados rápidos, porque no confiamos en el proceso, porque creemos que es mejor llegar a la meta que experimentar y disfrutar todo el recorrido.

¿Qué pasaría si soltamos las expectativas del resultado o del tiempo en el que tienen que suceder las cosas? ¿Qué podríamos hacer mientras esperamos?

Tres elementos pueden resultar claves en nuestra existencia:

1. Saber qué es lo que NO quieres en tu vida;

2. Reconocer cuándo es el momento de irte, y,

3. Saber dónde está la salida de emergencia.

Identificar esas cosas que nos incomodan, nos molestan, nos duelen y que no aceptaríamos bajo ningún término lleva su tiempo y requiere un trabajo constante de conocimiento personal, pero vale toda la pena porque se convierte en un gran filtro para la toma de decisiones y te permite observar con claridad aquello que no te conviene, no te aporta y poder decir NO con asertividad y sin culpa cuando se presenta.

¿Qué es lo que no quieres en tu vida? Dilo en voz alta “No quiero ____ en mi vida”, ahora dilo más alto, si puedes hacerlo frente al espejo mejor, ¿qué notas? Es necesario aprender a reconocer nuestra voz para que a la primera nos hagamos caso, pero cómo podríamos hacerlo si tal vez ni siquiera sabemos como se escucha, así que práctica, pon atención y hazte caso.

¿Te ha pasado que estando en un lugar o en una situación sientes una energía interna que te mueve a irte? A veces si hacemos caso y en otras ocasiones a pesar de la incomodidad nos quedamos, ¿por qué hacemos esto? Seguramente conoces historias en las que por un segundo que la persona se fue de algún lugar se salvó de que le ocurriera una tragedia, así uno necesita sensibilizarse y reconocer cuando es el momento para salir de los lugares que nos pueden dañar, escucha a tu cuerpo, él siempre da señales de alerta.

¿Cuándo decidiste lo que hoy eres?

Puede resultar extraña la pregunta sobre todo porque la vida va tan rápida, a veces tan imprevista y otras veces tan rutinaria que podemos “olvidar” que aún entre todo lo que sucede a nuestro alrededor podemos elegir.

En algún momento, que quizás ya no tengas presente, decidiste lo que querías de la vida, hiciste un plan mental de cómo sería, te imaginaste cómo serías cuando acabaras la escuela, encontraras pareja, trabajaras, formaras una familia, viajaras, consiguieras algunas cosas o alcanzaras algunos sueños y entonces te levantaste día tras día e hiciste algo para conseguir esa vida. Tal vez funcionó o quizás no.

Todo el tiempo estamos tomando pequeñas decisiones y eso va construyendo nuestros días, nuestra persona, nuestras relaciones, nuestros proyectos, sin embargo, no somos conscientes del impacto y su importancia, lo tenemos tan en automático que simplemente lo hacemos y sólo nos cuestionamos o nos conflictuamos cuando nos damos cuenta que es una “gran decisión” lo que tenemos enfrente.

A veces en principio decidimos algo, pero a la hora de llevarlo a la acción tomamos otros rumbos y eso modifica todo.

El 30 de abril se celebra en México el “Día del niño y la niña”, la idea principal es recordar los derechos de los niños y promover su bienestar, por este motivo se realizan diversas actividades y eventos culturales, educativos y de entretenimiento en los que los pequeños están al centro, siendo homenajeados, consentidos, apapachados y haciéndoles saber lo valiosos e importantes que son.

El día del niño y la niña también es un buen pretexto para recordar nuestra infancia ahora que ya somos un poco mayores, si nos damos el permiso de explorar en nuestros recuerdos ¿qué encontraríamos?

¿Cuánto tiempo ha pasado desde el último momento en que te diste tiempo para ti?

El trabajo maternal suele ser de alta demanda y requiere completa disponibilidad. Te llega a absorber de maneras insospechadas y cuando menos te das cuenta ya llevas demasiado tiempo sin hacer una pausa, sin tomar aire, sin mirarte, sin procurarte.

Es como si todo fuera a gran velocidad que ni cuenta te das. Sin embargo, hay que estar atentas a esas señales que van indicando la urgencia de hacer un espacio para una pausa.

Te invito a leer mi colaboración para MomMom en

https://www.mom-mom.org/en-camino/mama-tambien-necesita-su-tiempo-y-espacio-colaboracion/

 

 

En los hoteles existe un curioso letrero que se utiliza en los picaportes de las puertas para expresar el deseo de no ser molestado, un pequeño cartoncito con la leyenda “Favor de no molestar” o en inglés “Please do not disturb” le hace saber a las personas en el exterior de la habitación que la persona en el interior no quiere ser molestada bajo ningún motivo.

Nosotros no tenemos letreritos mentales de “No molestar” y con frecuencia dejamos “pasar” pensamientos, comentarios, situaciones o actitudes de personas que nos sacan de balance y nos llevan a lugares incómodos e incluso nos restan energía y recursos para lo que si importa.

Estoy segura que puedes ubicar un momento en el que te encontrabas a gusto contigo, con la vida, con el momento que estabas viviendo, en el lugar en el que estabas y algo rompió ese instante, una persona con un chisme, un mensaje, una noticia en los medios, un post en alguna red social, un recuerdo, un pensamiento negativo, y entonces ¡zaz! No sólo se rompe el equilibrio y la tranquilidad en tu persona sino da inicio a una dinámica en la que rápidamente se puede ganar intensidad, negatividad, drama, pensamientos negativos y emociones que fácilmente se pueden desbordar.

¿Qué pasaría si de principio identificamos esas situaciones a las que le vendría bien el letrerito de “favor no molestar”?

A finales del año pasado una pequeña remodelación se convirtió en un caos de meses, y aún no termina, yo en un primer momento pensé que podría hacerlo sola ¿qué ciencia puede tener pintar un muro? Desde mi ignorancia, a mí me parecía una tarea realmente sencilla pero en manos del especialista se descubrió que necesitaba algo más que pintura y que era algo que definitivamente una mano inexperta, aunque entusiasta y con youtube, no podría resolver.

“Somos un equipo señora” me dijo el fumigador después de poner sus productos por toda la casa con el propósito de deshacernos de unos pequeños insectos que había encontrado unos días antes y para lo cual me había dado la instrucción de sacar absolutamente todo de la cocina y limpiar a fondo, ya que de otra forma no funcionaría, y él no se iba a arriesgar a que no funcionara.

Recientemente acudí con la ortopedista y después de una cuidadosa revisión indicó una serie de medicamentos que me han quitado el dolor que he tenido en el cuerpo durante años, años dolorosos que podrían haberse evitado si hubiera acudido al especialista correcto al primer momento de molestia.

Hace un par de semanas mi hijo el pequeño tuvo un accidente con el agua caliente que lastimó severamente su piel, acudimos con la dermatóloga y seguimos el tratamiento que recomendó, casi no queda huella del incidente, me queda claro que de otra forma ahí estaría la marca de por vida.

¿Por qué solemos darle vueltas al asunto antes de acudir al especialista correcto?

Depresión Posparto

 
Todas visualizamos e idealizamos la maternidad como un día soleado con helados, sin nubes y alegres risas, veinticuatro siete; sin embargo no siempre lo es. En especial, los primeros meses, en los que tratamos de encontrarle el modo al recién llegado pueden ser más bien como subirse a la montaña rusa…y sin cinturón de seguridad.
 
Y es que hay cosas que nadie te cuenta, (y a veces aunque te las cuenten podrías creer que exageran) por ejemplo, que pudieras sentirte muy triste y sin ganas de cuidar a ese bebé que tanto esperas, o que las lágrimas se te escapan bajo cualquier circunstancia o, en el peor de los casos, que podrías tener unas ganas desesperadas de salir corriendo y no regresar.

Imagínate de vacaciones 15 días seguidos, en plan todo incluido, en un lugar lejano de la cotidianeidad, la rutina, las obligaciones, los deberes y las personas tóxicas. Tú, acostado en un camastro con un pie en la blanca y suave arena, tomando el sol, escuchando las olas de ese mar que en calma refleja a las aves que cruzan el cielo, mientras disfrutas de un libro con una historia increíble y te refrescas con tu bebida favorita.

Lamentablemente las condiciones actuales nos alejan de un sueño como este, las largas vacaciones y el tiempo de ocio han dejado de ser una pausa necesaria para mantener la salud y el equilibrio y se han convertido en un lujo difícil de acceder.

Pero ¿qué hacer? En realidad es indispensable cambiar el switch, hacer una pausa en el camino, tomar aire diferente y encontrarnos en el ocio, en actividades que nos gusten, en lugares que nos estimulen, en un cambio de rutina que nos permita regresar a nuestras actividades habituales con energía, buena actitud y disposición a seguir adelante con los proyectos personales y laborales.

Recuerdo que mi madre siempre decía que “las vacaciones no son para no hacer nada, sino para cambiar de actividad” y tengo muy presente a un amigo mío que siempre dice que “cualquier día es un buen día para estar de vacaciones”, así que te propongo que aunque tengas un par de días de vacaciones (o más si eres muy afortunado), aproveches al máximo ese tiempo, no esperes a tener todas las condiciones favorables para las vacaciones soñadas y disfruta cada momento, ¿cómo? Aquí algunas ideas:

Pin It